Distancia
: 15 Km.
Duración
: 4 horas en movimiento
Ruta
: Circular
Dificultad
: moderada
Ruta circular que arranca desde la población de Albalat dels
Tarongers, la cual realizamos en el sentido de las agujas del reloj. Aparcamos
a la entrada de la población donde encontraremos un parking a la derecha donde dejamos el coche y comenzamos
a andar hacia el suroeste, cruzando el río Palancia por el puente y una vez
llegamos a la rotonda, tomamos el sendero que sale a nuestra izquierda.
Siguiendo las indicaciones blancas y amarillas del sendero, tras
pasar por un túnel, pronto tomaremos un camino de color rojizo, en continuo y
moderado ascenso para seguir por una senda muy bonita con mucha vegetación y muy
divertida por la cantidad de especies que podemos encontrar y aunque no somos
muy buenos botánicos, hace de esta senda un agradable paseo y que nos conducirá
hasta un desvío a nuestra izquierda que nos lleva a lo alto de la Redona, a 427 metros de
altitud.
La subida no
presenta grandes dificultades, aunque la piedra suelta, hace que tengamos precaución,
para evitar posibles resbalones, pero se alcanza la cima en quince minutos y
las vistas son muy buenas, así que aprovechamos para almorzar y reponer fuerzas.
A pesar de no tener una gran altitud, si
está lo suficientemente alto para poder contemplar, hacia el Este, los pueblos
del Camp de Morvedre (Albalat dels Tarongers, Gilet, Petrés, Sagunt,...), el
tramo inferior del río Palancia y la costa bañada por el Mediterráneo.
A nuestras espaldas
queda el Garbí, punto emblemático de este parque natural. En lo alto de esta
montaña se encuentra el yacimiento
arqueológico de Montalt, que abarca una cronología bastante extensa: desde
el 1660 a.C. hasta el siglo XVIII.
La bajada de la Redona
la realizamos por la misma senda hasta la bifurcación donde continuaremos por
la senda de la derecha.
Continuamos por el camino marcado y dejamos a
nuestra derecha el Xocainet, al que no subiremos en esta ocasión. En poco
tiempo llegaremos al refugio
del Morró, en muy buen estado de conservación, habilitado con una mesa y
bancos de madera.
Desde allí y por detrás del
refugio, prestar atención a no confundirse, pues salen varios senderos y no está
demasiado bien señalizado, continuamos por sendero, descendente, y tras un
largo tramo con mucha vegetación llegaremos a la Font de la Murta.
Seguimos por el camí
de la Murta, pasaremos por alguna pequeña urbanización y cruzaremos la
carretera CV-329. Seguiremos por camino dirección norte después de cruzar una
zona de descanso con mesas para picnic. Aquí las marcas blancas y amarillas del
sendero son más escasas.
Este tramo es algo más
pesado, pues es en continuo ascenso y debido al terreno, algo resbaladizo y con
bastante piedra y sin demasiada vegetación, aunque la pista es bastante ancha,
se hace un poco larga la ascensión, más adelante el camino gira hacia el Este.
Caminamos a la sombra del típico pinar mediterráneo, en una
senda muy agradable y en continuo descenso que nos va acercando a nuestro
destino. Por el camino, más adelante, ya comenzamos a ver Albalat. El tramo
final busca pasar por debajo de la A-23 y entrar de nuevo al pueblo por el
mismo puente que hemos salido de la población.
Una ruta es 100%
recomendable, por la perfecta señalización, la cantidad de senda boscosa que se
pasa y por la variedad de paisajes que tienes en una ruta tan corta, un gran
descubrimiento.
Disponible álbum fotográfico.