
Duración: 3.45 horas
Sendero: Circular
Dificultad: Exigente
Senderistas: Fede y Ginés.
Llegaremos a la población de Catadau y en la primera rotonda nos desviaremos a nuestra izquierda en dirección al campo de fútbol y hacia la urbanización de la Lloma Molina. Al llegar al campo de futbol nos encontraremos con una bifurcación, continuaremos por nuestra izquierda y ascenderemos por la subida principal de la urbanización de la Lloma Molina, pasaremos junto al depósito de agua, cruzaremos la urbanización siempre por la carretera principal ( asfaltada ) y dejándonos atrás la urbanización. Al salir de la misma comenzaremos a descender, y pasaremos junto al campo de tiro de Catadau y en unos dos kilómetros aproximadamente llegaremos a un cruce en forma de Y , con un área recreativa en medio con pinos. En este cruce nos desviaremos a la derecha para inmediatamente en la primer curva, desviarnos a la izquierda, seguiremos la carretera hasta pasar un primer y un segundo puente, una vez cruzado el segundo puente, nos encontraremos con una bifurcación en donde seguiremos por nuestra derecha, la carretera se convierte en pista de tierra, seguiremos al recto ignorando un desvió a nuestra izquierda. Pasaremos por delante de dos casetas de campo y en la primera curva nos desviaremos a la derecha, llegando a un campo de naranjos a nuestra izquierda, en el que veremos dos algarrobos grandes y un entrador, donde dejaremos nuestro coche y daremos comienzo a nuestra ruta de hoy.


La bajada la iniciamos en dirección norte por senda hasta que enlazamos
con la Cañada Real de Castilla, siguiéndola vamos girando hacia el oeste y
llegamos a un navajo con agua y una pista que cogemos por la derecha
(abandonamos la Cañada) cambiando de dirección (ahora vamos hacia el este) y
empezamos a volver alternando caminos medio olvidados con sendas donde
encontramos marcas de puntos rojos, y cruzando un par de barrancos encontramos
una pista que seguimos y enlazamos con la pista del inicio que nos lleva hasta
los coches.
Es una ruta no adecuada para hacerla en verano pues todo lo que veremos
es el típico matorral mediterráneo, sin nada de sombra. Los incendios y la
escasa repoblación de esta sierra hacen que el principal interés de la ruta
resida en las vistas desde su cima aunque a la bajada pasaremos por zonas más
agrestes que a la subida.
diponible álbum fotográfico.
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