16 abril, 2011

EL MONTGÓ

La Cova de l'Aigua y el Racó del Bou



Duración estimada: 3 h. 30 min.
Dificultad: media

Se inicia la ruta en la ermita que se construyó en los años 80, junto a la caseta del Pare Pere (S. XVII), . A pocos metros de esta, empieza el camino de la colonia, hay una cadena que impide el acceso al parque de vehículos motorizados, y desde aquí comenzaremos la tranquila ascensión por esta cómoda pista.
Llegaremos a una bifurcación de esta pista y tomamos el camino de la izquierda, hacia el este. Aproximadamente a 200 m., parte una estrecha senda a la derecha que asciende hasta el pie de los paredones de esta cara Norte del Montgó. En esta zona, de ambiente bastante húmedo y fresco, es frecuente la presencia de helechos y plantas típicas de las zonas humedas de las montañas mediterráneas; No debemos olvidar que nos encontramos en una microrreserva de flora, y que muchas de estas plantas que nos rodean están estrictamente protegidas.
Conforme ascendemos, el paisaje se hace más impresionante, y podremos abarcar con la vista, todo el golfo de Valencia, las montañas de la Safor, Cullera, el Mar Mediterraneo y, en días claros la Isla de Ibiza, al este en el horizonte.
Una vez alcanzada la base de los paredones, para llegar a la Cova de l'aigua tendremos que tomar la bifurcación de la senda que va hacia el este, y llegamos a unas empinadas escaleras que nos conducirán a la cueva, antes de entrar en esta, encontraremos una inscripción romana incisa en la roca datada en el 238 a. C, y que esta protegida por una reja metálica. Un poco más arriba, siguiendo las escaleras, se entra en la cueva que recoge en su interior el agua de lluvia filtrada por la roca caliza que forma el Montgó; el agua es retenida por un estrato de arcillas margosas impermeables. En tiempos pasados esta pequeña cueva se acondicionó para hacerla servir como depósito de agua, que después se aprovechaba canalizándola para el consumo humano, e incluso para regar pequeñas huertas a los pies del Montgó.
Volviendo sobre nuestros pasos y siguiendo siempre las bifurcaciónes de la senda en dirección oeste, recorreremos la parte más frondosa de la umbría del Montgó, y podremos ver algunas de las especies más escasas del parque. Poco a poco iremos descendiendo hasta el Racó del Bou o de l'ull de Bou, así llamado por la forma que tienen los paredones desde este punto, donde volveremos a tomar el camino de la colonia que nos devolverá a la ermita del pare Pere



Disponible álbum fotográfico.-

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