Distancia : 16 Km.
Ruta : Circular
Dificultad : Moderada
Tiempo en Movimiento : 4 h.
Para
llegar al inicio de la ruta nos dirigimos hacia la población de Bicorp, y antes
de llegar, cuando ya vemos la población a lo lejos, sale una pista cementada a
nuestra izquierda que debemos de tomar, y seguirla aproximadamente unos cinco
kilómetros siguiendo las indicaciones de madera que nos indican la cueva de la
araña y el rio Cazuma, una vez se acaba la pista cementada, continuamos por
pista de tierra, hasta el poste indicador, donde aparcamos los coches.
Tras pasar una semana con un tiempo
revuelto, y siendo hoy un grupo más numeroso de lo habitual, el sábado amanecía tranquilo, algo fresco a
primera hora de la mañana, pero estaba claro que luego vendría el calor, que
afortunadamente no fue excesivo. Empezamos a caminar por pista durante unos
kilómetros a pesar de lo embarrado del terreno, que hacia que nuestras botas
pesaran más de lo habitual y se hiciera más pesado el ascenso y nos fuimos
acercando al cruce de la acequia del moro donde esta el cruce de caminos que
conduce a la cueva o a la gola.
El cauce del río lo abandonamos para subir por
pista hasta las cuevas de la Araña , la subida la hacemos por una pista ancha y
con bastante desnivel y es la parte más dura de toda la ruta, hasta alcanzar el
alto del cerro donde nos indica el descenso que nos lleva por una estrecha
senda hasta la cueva. La visita a la cueva de la Araña con sus tres abrigos
protegidos por rejas fue gratificante, pues a pesar del vandalismo de años
atrás, que provocó el destrozo de parte de las pinturas, pudimos ver arqueros, caballos
heridos, cabras, un corzo y sobre todo una escena de las que impactan: la
recolección de la miel, donde se ve a un hombre suspendido de unas cuerdas que
esta metiendo la mano en un panal con las abejas revoloteando cerca del panal,
mientras más abajo hay otro hombre con una cesta a la espalda esperando su
turno.
Tras disfrutar del arte rupestre
vino el momento del almuerzo y la tertulia, hoy acompañada de más variedad
gastronómica que abrigados en una de las cuevas pudimos disfrutar y reponer
fuerzas para el resto de la etapa. Retomamos la ruta y al poco nos desviamos
por la izquierda para bajar al río Cazuma.
Pasamos por el nacimiento y seguimos
rambla arriba hasta entrar en la Gola de Lucino, que es un lugar que siempre
impresiona, por veces que lo visites. Sólo de pensar como debe circular por
allí el agua en época de lluvias ya da escalofríos. El lugar posee una gran
belleza y culmina en una "replaza" a partir de la cual ya no se puede
continuar. A pesar de eso, algunos más valientes se adentraron hasta el final
de la Gola, con algún incidente de resbalón y mojada de pantalón debido a lo
resbaladiza de la roca, pero volvieron sanos y salvos. Retrocedemos y buscamos
la casa de Alberto para desviarnos por una senda que va por la margen izquierda
del Cazuma . Por último nos desvíamos por la izquierda de la pista forestal
para seguir la senda que va por la acequia de Los Moros donde disfrutamos de
las pozas cristalinas y de un paisaje precioso y que nos lleva por la solana
hasta el siguiente desvío que nos baja a la pista que nos lleva hasta los
coches. Tras acabar la ruta dimos buena cuenta de unas chuletas y embutidos a
la brasa en la Presa de Escalona, en Navarres, que cuenta con un restaurante
con unas vistas impresionantes de la presa y donde como siempre vale hacer una
parada.
Disponible álbum fotográfico.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario