27 marzo, 2017

BEJIS - LOS CLOTICOS



Distancia: 12 Km.
Duración: 3.30 h. en mov.
Ruta: circular
Dificultad: fácil

 

          Esta ruta interesante la realizamos en la población de Bejis, en una soleada mañana que acompaña para disfrutar de un dia de montaña, y sabiendo que vamos a tener una ruta junto al rio Palancia hará que sea un excelente comienzo de la primavera.
          Llegamos a Bejis, por la autovía Mudejar dirección a Teruel, y tomando el desvío a Viver, nos vamos adentrando en una cerrada zona montañosa , y con una carretera sinuosa, pero con un paisaje precioso nos vamos acercando a la población, y después de atravesar la población de Torá, divisamos en medio de un peñasco Bejis, en plena sierra de Toro.
          Cuando llegamos a la población, sin entrar en ella veremos un desvío a la fuente de los Cloticos, que tomamos en una pronunciada curva, y seguimos por un estrecho camino aproximadamente 4 km. Y tras pasar la embotelladora, nos encontramos con la zona recreativa de Los Cloticos, donde podemos dejar el coche y cargar agua para la ruta.
          Comenzamos la ruta tomando la pista que sale por la izquierda de la fuente, que primero asfaltada y después de tierra que en continuo ascenso, nos lleva hasta el desvío del Camping, que vemos abajo y que obviamos y continuamos recto.
          Enseguida veremos al otro lado del barranco la aldea del Molinar, que veremos al regreso y que con un entorno muy bonito, y con cascadas y riachuelos nos anuncia que la ruta de hoy va a ser muy acuática.
          Continuamos por la pista y a un  kilometro y medio nos encontramos la Casa Forestal, tristemente en un estado de abandono deplorable, pues por su situación y por las vistas que ofrece desde su mirador es un lugar envidiable, aprovechamos para visitar su mirador y disfrutar de las esplendidas vistas que nos ofrece del recorrido que haremos hoy.
          La pista que seguimos tiene abundante vegetación, y esta flanqueada por innumerables cipreses y eucaliptus, que siendo de gran tamaño, ofrecen una sombra y un agradable aroma primaveral, que nos lo recuerda ya el imparable trino de los pájaros.
          Llegamos al Barranco del Resinero, que cruzamos por una piedras y unos troncos puestos en el cauce de este afluente del Palancia, que lleva bastante agua y con algún que otro traspiés cruzamos al otro lado y continuamos recto.
          Enseguida llegamos al cauce del rio Palancia , que tenemos que volver a cruzar por unas piedras y troncos que hay para facilitar el paso, y este paso es algo más complicado pues el rio lleva bastante agua, debido a las últimas lluvias que hace que el rio este caudaloso, a pesar de que luego eso sea un problema.
          Vamos caminando junto al cauce del rio, por una estrecha senda que a veces nos toca vadear para no mojarnos y entre rocas del barranco, juncos y una espesa vegetación, vamos recorriendo el camino que nos va acercando al nacimiento del Rio Palancia, nuestro destino.
          Una vez llegados al final de la senda, y ante unas paredes de roca que nos indican la proximidad del nacimiento del rio, y con un giro a la derecha, observamos que por el aumento del caudal de rio, la senda se encuentra completamente inundada, y que para poder llegar al Estrecho del Cascajar, tendríamos que mojarnos bastante y sin saber cuánto.
 Así que después de almorzar en este entorno genial, y discutir que decisión tomamos, optamos por desandar nuestro camino y regresar por donde hemos llegado, creo que de forma acertada, pues hoy no era el mejor dia para meternos en una aventura incierta.
Volvemos sobre nuestros pasos por la estrecha senda junto al rio, y tras pasar los dos pequeños vados de agua, volvemos a tomar la pista que ahora en descenso nos lleva por esta zona arbolada, de nuevo hasta la casa forestal, y una vez pasada esta encontramos a nuestra izquierda un desvío que nos llevaría a la localidad del Toro, la tomamos y descendemos hasta el fondo del barranco.
Una vez en el barranco tomamos una pista ancha en ascenso, que de continuarla llegaríamos al estrecho del Cascajar, y que nos traería hasta aquí si hubiéramos podido completar nuestra ruta. Enseguida giramos a nuestra derecha y tras cruzar un puente, nos encontramos con la sorpresa de una pequeña aldea, El Molinar, un pequeño enclave, rodeado de cascadas, riachuelos, y rincones que parecen sacados de un cuento.
Un grupo de construcciones restauradas y que por los carteles indican, es una propiedad privada, y que se va reconstruyendo poco a poco, con mucho orden y respetando el estilo de esta vieja aldea , rodeada de agua y con su plaza y edificios singulares, con una jardinería muy cuidada, y un entorno que sorprende por su tranquilidad.
Abandonamos el Molinar, y continuamos por una senda monte arriba, y tras sortear diferentes arboles caídos que dificultan el paso, nos vamos acercando de nuevo a los Cloticos, y tras pasar por la fuente de La Mina, tomamos una pista asfaltada que en ascenso nos devuelve a la zona recreativa, ahora con mucho mas ambiente que cuando llegamos pues, esta lleno de gente preparando barbacoas en la zona habilitada y después de refrescarnos en la fuente damos por finalizada esta divertida ruta.


13 marzo, 2017

SENDA CAVANILLES






Distancia: 11 Km.
Duración: 3.30 h. en mov.
Ruta: Circular
Dificultad: Moderada.
      Esta semana la ruta transcurre por lar cercanías de Cortes de Pallas, una vez abierto el acceso a la población, después del derrumbe que mantuvo al pueblo aislado durante bastantes semanas.
 Nos dirigimos por la A3 y tomamos el desvío a Buñol, y desde allí por la circunvalación nos dirigimos en dirección a Macastre, y en una carretera estrecha y sinuosa,  nos vamos adentrando en la zona montañosa hasta llegar a Cortes, y tras cruzar el puente sobre el pantano, llegamos a la población y dejamos el coche en un parking a la entrada.
Tomamos la calle principal y tras dejar a nuestra derecha el puente que da acceso al pueblo, continuamos recto hasta encontrar un segundo puente metálico de color azul y más pequeño, en el que podemos ver el panel informativo de la ruta, y por la izquierda el comienzo de la ruta con un poste indicador del SL-CV 13 Senda de Cavanilles.
La ruta comienza por una empinada cuesta de cemento, bastante deteriorada, que tomamos y con paciencia, pues nos espera un buen rato de subida hasta el alto de la Muela, pasamos nada mas comenzar por una balsa de riego, la balsa de la Huerta.
Entre campos de cultivo y chalets nuestra pista de cemento, cruza un camino asfaltado que conduce al paraje del Corbinet, que nosotros obviamos y continuamos recta nuestra subida hasta enlazar con un sendero empedrado que en continuos zig zags nos va acercando al alto.
El camino es duro y sin descanso vamos ganando altura, con la recompensa de las esplendidas vistas del pueblo y del pantano, que nos acompañaran a lo largo de todo el ascenso, el paisaje es espectacular, y tenemos una excelente vista también de la sierra Martés.
Tras un giro a la izquierda nos encontramos con uno de los puntos importantes de la ruta, y que ofrece unas vistas inmejorables y un recorrido interesante, La Cortá, un camino llano y de losa que con un cortado tremendo, nos lleva por el corte de la Muela, y que a pesar que la gente con vértigo, puede ofrecer alguna dificultad, la losa es ancha y se puede ir por la parte interior sin acercarse al cortado, pero si eres valiente , las vistas desde La Cortá son espectaculares.
Ya recorrido un tramo nos encontramos con el Pino de la Cortá, que en un imposible equilibrio, permanece sujeto a la montaña, como si no quisiera caer, y desafiando la gravedad , ofrece toda su armonía y su belleza al vacio del cortado.
Después de caminar aproximadamente unos dos kilómetros y atravesando un espeso pinar, nos encontramos con una bifurcación, donde la ruta comienza su forma de sartén y que nos ofrece la alternativa, que nosotros optamos por continuar por nuestra izquierda y seguir el ascenso, hasta coronar el alto de la Muela, donde nos encontramos el inmenso deposito de la Muela.
Este depósito propiedad de Iberdrola, y que se utiliza para bombear agua del embalse aprovechando la energía nocturna de la Central de Cofrentes, y dejarla caer durante el dia para la producción de energía eléctrica. Bordeamos la valla metálica que protege el depósito, y por una pista flanqueada por una frondosa pinada, y mucho monte bajo, vamos recorriendo aproximadamente el kilometro que tiene la misma, hasta encontrar un desvío a nuestra derecha que tomaremos.
Tomamos esta senda, y entre una abundante vegetación y en un terreno llano, pasamos entre lapiaz, romero , aliagas y estepas, que hace de esta parte muy agradable, pues por la época que estamos tiene un colorido impresionante , y por la misma nos va acercando hasta el final de la Muela.
Al final de este llano, comienza el descenso al arroyo de Cortes, el descenso en algunos tramos es vertiginoso, y debemos descender con cuidado, pues la bajada en continuos zig zags tiene mucha piedra suelta y con descensos muy prolongados, junto a paredes muy altas y peñascosas, estamos rodeados de paredes verticales de mucha altura.
Este fuerte descenso nos lleva a la parte más técnica y divertido de la ruta, el Paso de La Franca, que es un descenso por una estrecha senda, junto al cortado que nos ofrece la seguridad de unas cadenas en la pared para poder agarrarnos y hacer más llevaderos los cien metros que tiene y que nos lleva rápidamente al final del descenso y tomamos una pista a la derecha que nos acerca a la cueva Minguita.
Continuamos por la senda y enseguida descendemos al barranco que ahora lleva mucha agua y conseguimos cruzarlo, no sin dificultad y por unas piedras, no demasiado grandes ni bien posicionadas, pero tampoco es muy complicado pues el paso es corto y nuestro calzado impermeable, y llegamos al otro lado del barranco.
Ascendemos unos cien metros y recorremos una senda muy bonita, con la vista de las enormes paredes de la muela a nuestra derecha, para estar atentos y tomar un desvío a nuestra derecha que en descenso nos lleva a la Cueva del Tejedor, una enorme cueva con todavía restos de una hoguera reciente.
Desde allí cruzamos una pasarela de madera que nos lleva de nuevo al otro lado del barranco, por el que retrocedemos unos metros, alertados por el ruido del agua que nos avisa que a nuestra derecha se encuentran dos cascadas enormes y unas pozas cristalinas, que por la cantidad de agua que hemos tenido este año hace que estén como nunca y que sea un entorno espectacular, aprovechamos para descansar y disfrutar del lugar.
Volvemos sobre nuestros pasos, y nos vamos acercando a Cortes, por una senda sencilla y en descenso, que nos lleva a una zona de cascadas y con un recorrido del rio muy agradable nos ofrece unas vistas de la plenitud del agua, que hacia mucho tiempo que no se veían en esta zona.
Por una senda arbolada nos acercamos a la bifurcación que tomamos al principio de la ruta, y enseguida recobramos la pista cementada que en un fuerte descenso nos lleva a Cortes de nuevo, y muy cerca de donde dejamos el coche.

Como se nos ha hecho un poco tarde, aprovechamos para visitar la población, muy cuidada, y comer y tras la visita a la iglesia y al Ayuntamiento, damos buena cuenta de unos bocadillos y unas cervezas, que dan un final perfecto, para una ruta muy agradable y divertida en un esplendido dia de de marzo. 100% recomendable.