Duración:
3.30 h. en mov.
Ruta:
circular
Dificultad:
fácil
Esta ruta interesante la realizamos en
la población de Bejis, en una soleada mañana que acompaña para disfrutar de un
dia de montaña, y sabiendo que vamos a tener una ruta junto al rio Palancia hará
que sea un excelente comienzo de la primavera.
Llegamos a Bejis, por la autovía Mudejar
dirección a Teruel, y tomando el desvío a Viver, nos vamos adentrando en una
cerrada zona montañosa , y con una carretera sinuosa, pero con un paisaje
precioso nos vamos acercando a la población, y después de atravesar la población
de Torá, divisamos en medio de un peñasco Bejis, en plena sierra de Toro.
Cuando llegamos a la población, sin
entrar en ella veremos un desvío a la fuente de los Cloticos, que tomamos en
una pronunciada curva, y seguimos por un estrecho camino aproximadamente 4 km. Y
tras pasar la embotelladora, nos encontramos con la zona recreativa de Los
Cloticos, donde podemos dejar el coche y cargar agua para la ruta.
Comenzamos la ruta tomando la pista
que sale por la izquierda de la fuente, que primero asfaltada y después de
tierra que en continuo ascenso, nos lleva hasta el desvío del Camping, que
vemos abajo y que obviamos y continuamos recto.
Enseguida veremos al otro lado del
barranco la aldea del Molinar, que veremos al regreso y que con un entorno muy
bonito, y con cascadas y riachuelos nos anuncia que la ruta de hoy va a ser muy
acuática.
Continuamos por la pista y a un kilometro y medio nos encontramos la Casa
Forestal, tristemente en un estado de abandono deplorable, pues por su situación
y por las vistas que ofrece desde su mirador es un lugar envidiable,
aprovechamos para visitar su mirador y disfrutar de las esplendidas vistas que
nos ofrece del recorrido que haremos hoy.
La pista que seguimos tiene abundante vegetación,
y esta flanqueada por innumerables cipreses y eucaliptus, que siendo de gran
tamaño, ofrecen una sombra y un agradable aroma primaveral, que nos lo recuerda
ya el imparable trino de los pájaros.
Llegamos al Barranco del Resinero, que
cruzamos por una piedras y unos troncos puestos en el cauce de este afluente
del Palancia, que lleva bastante agua y con algún que otro traspiés cruzamos al
otro lado y continuamos recto.
Enseguida llegamos al cauce del rio
Palancia , que tenemos que volver a cruzar por unas piedras y troncos que hay
para facilitar el paso, y este paso es algo más complicado pues el rio lleva
bastante agua, debido a las últimas lluvias que hace que el rio este caudaloso,
a pesar de que luego eso sea un problema.
Vamos caminando junto al cauce del
rio, por una estrecha senda que a veces nos toca vadear para no mojarnos y
entre rocas del barranco, juncos y una espesa vegetación, vamos recorriendo el
camino que nos va acercando al nacimiento del Rio Palancia, nuestro destino.
Una vez llegados al final de la senda,
y ante unas paredes de roca que nos indican la proximidad del nacimiento del
rio, y con un giro a la derecha, observamos que por el aumento del caudal de
rio, la senda se encuentra completamente inundada, y que para poder llegar al
Estrecho del Cascajar, tendríamos que mojarnos bastante y sin saber cuánto.
Así
que después de almorzar en este entorno genial, y discutir que decisión tomamos,
optamos por desandar nuestro camino y regresar por donde hemos llegado, creo
que de forma acertada, pues hoy no era el mejor dia para meternos en una
aventura incierta.
Volvemos sobre nuestros pasos por la estrecha
senda junto al rio, y tras pasar los dos pequeños vados de agua, volvemos a
tomar la pista que ahora en descenso nos lleva por esta zona arbolada, de nuevo
hasta la casa forestal, y una vez pasada esta encontramos a nuestra izquierda
un desvío que nos llevaría a la localidad del Toro, la tomamos y descendemos
hasta el fondo del barranco.
Una vez en el barranco tomamos una pista
ancha en ascenso, que de continuarla llegaríamos al estrecho del Cascajar, y
que nos traería hasta aquí si hubiéramos podido completar nuestra ruta. Enseguida
giramos a nuestra derecha y tras cruzar un puente, nos encontramos con la
sorpresa de una pequeña aldea, El Molinar, un pequeño enclave, rodeado de
cascadas, riachuelos, y rincones que parecen sacados de un cuento.
Un grupo de construcciones restauradas y
que por los carteles indican, es una propiedad privada, y que se va
reconstruyendo poco a poco, con mucho orden y respetando el estilo de esta
vieja aldea , rodeada de agua y con su plaza y edificios singulares, con una jardinería
muy cuidada, y un entorno que sorprende por su tranquilidad.
Abandonamos el Molinar, y continuamos por
una senda monte arriba, y tras sortear diferentes arboles caídos que dificultan
el paso, nos vamos acercando de nuevo a los Cloticos, y tras pasar por la
fuente de La Mina, tomamos una pista asfaltada que en ascenso nos devuelve a la
zona recreativa, ahora con mucho mas ambiente que cuando llegamos pues, esta
lleno de gente preparando barbacoas en la zona habilitada y después de
refrescarnos en la fuente damos por finalizada esta divertida ruta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario