Ruta: Circular
Tiempo en mov: 3 h
Dificultad: Fácil
Nos dirigimos a la población de Navajas y
sin entrar el pueblo dejamos el coche en la urbanización Altomira y nos
dirigimos hacia la Vía Verde de los ojos negros que está a pocos metros a la
izquierda, hay un cartel indicador de la misma.
La ruta enlaza con la Vía Verde del antiguo
“Ferrocarril de Ojos Negros” que tenía su inicio en la localidad turolense de
Ojos Negros y finalizaba en Sagunto, a donde transportaban el mineral de hierro.
Esta Vía Verde, con una longitud de 160
Km., es la de mayor distancia de España. El tramo por la Vía Verde, con una
longitud de poco más de tres kilómetros, discurre por la plataforma del antiguo
ferrocarril, inicialmente en dirección norte, por la falda de las montañas de
Altomira y Los Terreros.
La ruta esta muy bien acondicionada y es
de gran belleza por la vegetación y la oportunidad de visitar la antigua
cantera de Navajas, que se encuentra restaurada y que demuestra la actividad
minera de esta zona. También es agradable atravesar los dos largos túneles ferroviarios
que nos encontraremos, que detalle, disponen de iluminación que hace divertido su recorrido.
Una vez superado el segundo túnel, y
después de pasar por el mirador que nos ofrece una esplendidas vistas del
pantano y de la actual vía ferroviaria, la ruta gira a la derecha, abandonando
la Vía Verde, y se dirige al Pantano del Regajo, donde se embalsa el agua del
río Palancia, que se encontraba con bastante agua, cosa que se agradece, en estos tiempos de sequía.
Antes de llegar al pantano, cruzaremos la
vía del Ferrocarril Valencia-Zaragoza; una vez en el pantano, lo atravesaremos
por la propia presa, abierta a la circulación de peatones y bicicletas, hasta
alcanzar la otra orilla, en la que existe una frondosa pinada, acondicionada
con mesas, donde aprovechamos para almorzar y reponer fuerzas.
Desde este
lugar, la ruta gira hacia la izquierda y llegados a una urbanización , inmediatamente giramos a la derecha y en una pequeña subida, enseguida cogemos
un desvío a la derecha que nos introduce en una bonita senda que nos lleva entre un bosque tupido , hasta descender al río Palancia y visitar uno de los puntos
más interesantes del recorrido, el Puente del Baño.
El Puente
del Baño, proyectado en 1799 para unir la carretera de Aragón con los pueblos
circundantes, es un puente de fábrica de sillar con un solo arco central, de
gran luz, sobre el río Palancia, y dos arquillos laterales de menor tamaño.
Para
seguir la ruta, tenemos que bajar por el lado izquierdo del puente, donde
podemos encontrar una pequeña escalera que nos llevará a dicha fuente con aguas "terapéuticas" y una zona preciosa con pozas y un agua cristalina que hace de
este rincón un sitio donde se respira paz y tranquilidad.
Seguiremos
por una senda de hormigón, que coincide con la canalización del agua y que en
los pasos más estrechos y por que se encuentra bastante mojada, tiene unas
cadenas en las paredes para asegurar el camino y bordeando el río Palancia y
antes de llegar al pueblo nos encontraremos varias fuentes, todas ellas con
agua.
Al llegar a la población de Navajas, tomaremos
la primera calle a la izquierda, para descender hasta el río, por cuyo lecho
discurre, entre pequeñas huertas y viejos ejemplares de árboles de ribera, el
último tramo de la ruta, de gran belleza, caracterizado por la existencia de
numerosas fuentes, entre las que destacan, la “Fuente del Lugar”, la “Fuente de
la Virgen de la Luz” y la “Fuente del Hierro o de los Trece Caños”.
Por
último, la ruta nos conduce hasta el Paraje Natural del Salto de la Novia, no
sin antes visitar por unas escaleras de madera una cascada preciosa que aunque
no tiene la altura del Salto de la Novia, tiene un caudal importante que llega
hasta el mismo camino y a la que puedes ascender por unas pasarelas de madera, y refrescarte con ese
torrente de agua.
Desde allí
puedes seguir subiendo hasta un mirador que te da una visión aérea del Paraje,
y desde donde podremos contemplar la espectacular cascada del Brazal, con una
altura de 60 m., que vierte sus aguas sobre un tramo del río de gran valor
paisajístico, caracterizado por la presencia de rocas y aguas remansadas, a
modo de pequeñas pozas
Continuamos
el camino hasta el Salto de la Novia, e impresiona su altura y el entorno,
repleto de pozas y zonas de recreo que seguro que en época estival, invitaran
al baño en un paraje, que es de los sitios que te sorprende cuando los visitas.
A continuación emprendemos el camino de retorno por la pista asfaltada que nos
devuelve a la población de Navajas y que en continuo ascenso nos lleva a través
de las Villas de Navajas, vale la pena ver este tipo de construcciones preciosas
y conservadas, nos lleva de regreso a la urbanización de Altomira, donde
tenemos el coche.
Una ruta
sencilla, divertida y con un entorno recomendable, sorprendentemente bonita.
disponible álbum fotográfico.-
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