Distancia : 11 KM
Ruta : Circular
Tiempo en mov : 3 horas
Difiucultad : Facil
Esta semana realizaremos nuestra ruta en Sot de Ferrer, en la comarca del Alto Palancia (Castellón), en plena sierra de Espadan, en la que recorreremos un tramo de esta sierra, y visitaremos la Ermita de San Antonio, La Calera y el Navajo León.
Nos dirigimos a Sot por la autovía Mudéjar
y tomando el desvío de la población, llegamos a la misma y dejamos el coche a
la entrada del pueblo, en un parking que hay a nuestra derecha, llegando ya
vemos el espectacular zigzag encalado que se divisa desde la autovía y que
sirve de ascenso a la ermita.
Tomamos en ascenso la calle principal
y nos vamos acercando al comienzo de la ascensión a la Ermita de San Antonio,
que por su originalidad, pues se encuentra en perfecto estado y con un murete
encalado que esta jalonado en cada curva con una hornacina con las distintas
estaciones del vía crucis.
Enseguida llegamos a la ermita de San
Antonio que se encuentra en perfecto estado de restauración y se puede observar
siempre las ofrendas florales que hay en su puerta. Junto a la misma se
encuentra un habitáculo cerrado ahora que le llamaban el ermitaño, y donde años
atrás se trasladaban los enfermos, y donde se recuperaban de sus enfermedades
por la fe que se procesa al santo y la tranquilidad que se respira en este entorno.
Desde allí tenemos unas vistas esplendidas
de la población y del rio Palancia que vadea Sot de Ferrer, así como de la
majestuosa iglesia que destaca entre todas las edificaciones del pueblo.
Abandonamos la ermita y encontramos
las señales del SL-CV 116 que nos llevan por una estrecha senda y entre una
densa pinada, hasta el desvío señalizado de la Calera de San Antonio, y en un
giro a nuestra izquierda nos acercamos hasta la Calera, que fue utilizada hasta
los años 60 para transformar la piedra caliza en cal, nos encontramos en el
monte de San Antonio que da nombre a la Calera y a la Ermita.
Seguimos de forma circular el monte,
llegando a un mirador que nos ofrece una panorámica de Sot y todos los campos
de cultivo que riega el Palancia, y tras pasar un aljibe, volvemos al punto donde
nos desviamos para ir a la Calera.
En ese punto vemos la indicación de el
desvío al Navajo León, y en un corto ascenso llegamos enseguida al Navajo, una construcción
de piedra de principios de siglo, destinada a recoger y almacenar agua de
lluvia, y que utilizaban tanto los pastores como los cazadores, así como los
agricultores de la zona para saciar la sed de ellos y de los animales.
Curiosamente se encuentra en perfecto estado,
y además a través de la puerta podemos observar que contiene bastante agua, que
por medio de un sistema de filtrado de piedras, hace que el agua se encuentre
limpia y fresca.
Dejamos el Navajo León a nuestra
izquierda y tomamos la senda que asciende frente a nosotros, y entre pinos y
sombra que se agradece, pues el dia es muy soleado y el calor empieza a
apretar, vamos ascendiendo por una zona más despoblada hasta alcanzar el punto más
alto de la ruta a 350 metros, desde donde podemos divisar Sot de Ferrer a
nuestra izquierda, Soneja al frente y Segorbe a nuestra derecha, vale la pena
disfrutar de este mirador, con muchos frutales que han sustituido a los cerezos
de antaño.
Desde aquí comenzamos una larga y
tendida bajada, con algo de piedra suelta, pero nada complicada, que en poco
tiempo nos baja hasta la carretera de Soneja, en la que giramos a nuestra
izquierda y atravesando el puente sobre el Palancia llegamos a la entrada del
pueblo y al centro de información de la dehesa de Soneja, que se encuentra
cerrado.
Tomamos el camino por la izquierda del
edificio que nos baja hasta el cauce del rio, y que desde el puente podemos ver
como el rio , ahora sí que lleva bastante caudal, y ante la cantidad de
mosquitos que hay abandonamos rápidamente, y retomamos el camino junto a una fábrica
abandonada.
Esta senda nos dirige directamente
hasta la acequia de riego de los campos de caquis y nísperos que hay en esta
zona, esta acequia ya no la dejaremos y aunque en algunos momentos se hace
complicada la marcha, pues bastante estrecha, no presenta demasiadas
dificultades, excepto en un tramo que se encuentra a bastante altura y a los
que padecen vértigo les puede causar respeto, pero se puede pasar de espaldas
al cortado apoyados en la pared de la acequia.
Siguiendo por la acequia, y cuando
crucemos una pequeña caseta de labranza, abandonaremos la acequia por nuestra
izquierda y tomaremos una senda que en paralelo al rio y entre nispereros nos
ira acercando a la población.
Llegando a Sot encontraremos el puente
de entrada al pueblo, y no tenemos que perdernos uno de los rincones más
bonitos de la ruta, pues bajo del puente hay una serie de cascadas con mucho
caudal y un entorno precioso, desde donde vemos las primeras casas de la población.
Subimos por el puente y cruzamos para
entrar al pueblo, y atravesando las primeras casas nos vamos acercando a la
Iglesia y su plaza que vale la pena visitar y que se encuentra ahora en proceso
de restauración, continuamos hasta la plaza de España donde se encuentra el Ayuntamiento
y algún que otro edificio singular, y atravesamos la población hasta llegar a
donde tenemos el coche y dar por finalizada la ruta.
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