Ruta : Circular
Tiempo en mov : 3 horas
Dificultad : Facil
Esta semana realizamos la ruta desde
Albalat dels Tarongers y su término, por lo que llegamos a la población, por la
carretera de Teruel y tomamos el desvío a nuestra derecha, llegando al pueblo después
de atravesar el puente que cruza el rio, y dejando el coche en un parking que
hay a nuestra derecha.
Comenzamos nuestra ruta, cruzando de
nuevo el puente sobre el Palancia y una vez que llegamos a la rotonda de
entrada, tomamos la pista a nuestra izquierda que nos lleva durante un tramo
por la vía verde, donde atravesamos a un túnel de los muchos que jalonan esta
antigua vía férrea, después encontraremos a nuestra derecha un túnel que cruza
la autovía por debajo.
Lo atravesamos y tomamos la senda
recta que ya en continuo y moderado ascenso nos va llevando hasta una urbanización,
que la atravesamos por sus empinadas calles, siempre en ascenso, hasta dejar
todos los chalets atrás y empezar a tomar el camino de La Murta, que con ese
suelo rojizo característico de la Calderona y entre olivos nos va adentrando en
el barranco.
Una vez llegados al barranco de Les
Merles, tenemos la parte más agradable de la ruta, pues el barranco es muy
bonito, la senda muy estrecha y la vegetación abundante, y la tranquilidad y el
dia que hoy si acompaña, hace de esta parte de la ruta un recorrido muy
divertido y para disfrutar de el.
Atravesamos el barranco hasta el final
y nos lleva hasta un cerro donde tomamos la pista rojiza de la derecha en dirección
a la Redona y el Xocainet, pero con unas vistas impresionantes de los picos más
representativos de la Calderona, el Garbi, la Abella...., la sierra en todo su
esplendor hoy luce preciosa.
Continuamos por esta ancha pista
rojiza en continuo ascenso, hasta llegar a la base de la Redona, que hoy como no
contábamos con mucho tiempo y como ya subimos en nuestra anterior ruta,
desechamos y continuamos hasta la base del Xocainet, y continuamos por esta pista,
con unas vistas del barranco espectaculares, pues tiene una densidad de pinos y
un color verde intenso que hace que aprovechemos las vistas para almorzar.
Retomamos la marcha , hasta llegar al
refugio que esta acondicionado con mesas para descansar, nosotros lo
atravesamos y tomamos una senda estrecha en fuerte descenso, desde donde ya se
ve Albalat a lo lejos, y por una senda muy estrecha y con mucha piedra suelta,
por lo que tenemos que ir con precaución, pues los resbalones son muy sencillos,
continuamos durante aproximadamente un kilometro, hasta llegar a una losa
enorme y plana donde hay un montón de pinos enanos, que parecen bonsáis, muy
cuidados y arreglados, no sé si su pequeño tamaño es por esta en una losa, o
son de algún tipo especial, pero es un
entorno diferente y que te sorprende cuando lo encuentras.
Desde allí parte ya una senda más
sencilla, ya sin piedra suelta y en un descenso más suave, nos va llevando
entre pinares y de una forma agradable hasta una pista asfaltada de una urbanización,
que tomamos a nuestra derecha, y que nos lleva hasta la carretera, la que
tomamos en dirección a Albalat, durante aproximadamente un kilometro, esta es
la peor parte de la ruta, pues el trozo de carretera es incomodo.
Por esta carretera llegamos a la
rotonda de entrada a la población, por donde volvemos a cruzar el puente sobre
el rio, y llegamos al Palau de Albalat, que nos espera en la entrada, y donde después
de tomar un descanso y algo fresco en el bar de la entrada, nos dirigimos al
coche.
Bonita, sencilla, fácil y agradable
ruta por las montañas que rodean Albalat y recomendable para una tranquila
mañana de primavera.
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